¿Qué daña un camino?
Si no se evacúan las aguas de forma correcta, el agua comienza a socavar y agrietar el camino.
En periodo normal tenemos que velar por el peso y la velocidad de los vehículos que usan nuestros caminos.
En días lluviosos, se restringe el tránsito de vehículos de peso considerable (camiones, maquinaria, entre otros) debido a que las probabilidades de atascamiento son altas, y con ello el daño en el camino será inevitable.
Con respecto a la velocidad, en Punta del Gallo se respetan los 30 Km/h debido a la actividad que se desarrolla en los caminos; es común ver a vecinos trotando, paseando durante las tardes y niños en bicicleta.
Los lomos de toro, pese a no ser del todo agradables para los vehículos, permiten mantener una velocidad acorde al lugar en el que vive la comunidad, ayudan a evacuar aguas lluvias y evitan la generación de calamina, resultado del rebote de los amortiguadores cuando autos y camionetas transitan a más velocidad. Eliminar la calamina es una actividad de alto costo, puesto que es necesario rectificar con una motoniveladora.
Camino significa terreno compacto y preparado para transitar, aunque más importante es su función que es unir puntos y conectar personas. Es por esto que en Punta del Gallo tenemos un compromiso importante con la preparación, mantención y cuidado con estos espacios comunes esenciales.
Preparación del terreno
Durante la mitad de otoño, aproximadamente, comienzan los trabajos principales, limpiando evacuaciones y zanjas, así como también abriendo las que no existen. Pendientes, evacuar y guiar las aguas es fundamental.
Cuando comienzan las primeras lluvias, las aguas deben encontrar su cauce normal, saliendo del camino para no perjudicarlo. Esto es como las canaletas de una casa: es primordial mantenerlas despejadas. Incluso los mismos vecinos ayudan en esta tarea en los bordes de sus sitios que colindan con las calles.